"Mi nombre es Jinsil.(Esta palabra, en coreano, quiere decir 'verdad'.)
Pero me insultan llamandome ‘hipocresía'.
Si muero, ¿me creerán?"
Cierto periodista, apellidado Kim, conversó con la difunta Choi Jinsil, unos días antes de su suicidio y hasta sus últimos momentos. Él publicó la conversación con ella en la revista femenina mensual 'Queen', empresa donde él pertenece.
Según el contenido de la conversación, la señora Choi, a las doce y cuarenta y siete de la madrugada, poco antes de suicidarse, telefoneó al periodista. Lloró mucho y largamente. "¡No necesito nada! ¡Voy a morir! Escucha bien, que es mi última palabra. Te encargo a mis hijos. Protégelos bien. Lo siento. Ayúdalos y respáldalos, -dijo repetidamente-, Tu sabes lo que me ha hecho agonizar desde hace 6 años. Creo en ti."y, con esta palabra final, cortó la conversación que había durado siete minutos y treinta y cuatro segundos.
Antes de eso, el 30 del mes anterior, ella dialogó con él, "Cuando se apresó el difundidor acerca del rumor del préstamo personal, creí que entonces iban a creer en mi inocencia, -se quejó, Pero la gente se divide en acusadores y no acusadores dentro del foro y hasta ahora hay muchos que consienten que soy una mala usuaria y la cual había empujado a An Jaehwan al suicidio."
"Tirito tanto. Si las cosas siguen así, me parece que iré a morir. Si muero, ¿me creerán la verdad? Mi nombre es Jinsil, pero la gente me llama ‘hipocresía, -siguió. Es una situación demasiado triste, ¿no? Aunque será un pecado para mis hijos, para ellos, ¿no será mejor una madre que se revele inocente con su muerte, que una madre inculpada y despreciada por la gente...?"